En una emotiva ceremonia, decenas de personas realizaron el “Candlelight” –o “Luz de Velas”–, en recuerdo de todos los hombres y mujeres; niños y niñas que han fallecido a consecuencia del virus del VIH en el Perú.

La actividad fue organizada por la Red Peruana Interconfesional sobre VIH y la organización Peruanos Postivos en la iglesia La Recoleta en el Centro de Lima, donde se presentaron las mantas de amor de la organización Impacta.

Muchos de los asistentes no pudieron esconder su nostalgia recordando a sus amigos que fallecieron y soltaron más de una lágrima.

Además de encender velas en memoria de los fallecidos, soltaron globos rojos como símbolo de solidaridad.

La ceremonia de las velas,  se remonta a 1983, en la ciudad estadounidense de San Francisco, donde un grupo de jóvenes que vivían con el virus se reunió en un barrio homosexual, en medio de la incertidumbre sobre su futuro, pues no existían –como hoy- terapias que pudieran mantenerles con vida en aceptables condiciones de salud. Sabiéndose condenados a una muerte casi segura, cada uno encendió simbólicamente una vela por su propia alma, en una tradición que dura hasta hoy.

Aunque la mortalidad de las personas con VIH se ha reducido, debido al tratamiento antirretroviral denominado TARGA que provee de manera gratuita el Ministerio de Salud – Minsa- y de manera contributiva por intermedio del Seguro Social; un total de 18 mil 634 personas han fallecido entre el 2000 y el 2011 en todo el Perú a consecuencia del Sida.

La cifra se desprende del boletín epidemiológico que elaboró la Dirección General de Epidemiología del Minsa, donde se explica que la mayoría de las muertes por Sida, radica por un diagnóstico tardío de la infección por el VIH, que imposibilita la recuperación de la salud de los pacientes.

Lima y Callao, que son las ciudades con el mayor número de casos de VIH, ocupan los primeros lugares en mortalidad del Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida, con un promedio de 400 fallecimientos al año. Loreto, Lambayeque y Piura, también muestran una tasa de expiraciones elevadas, frente al resto de regiones.

La curva de defunciones anuales, fue muy variable entre los años 2000 al 2010, sin embargo el 2011 se observa un incremento mínimo en el que se reportan 1,106 fallecidos a nivel nacional.

Expertos indican que los reportes tienen subregistros que aún no se pueden contabilizar, pues muchos pacientes mueren en sus casas y no son registrados por la causa del Sida, sino por las enfermedades oportunistas que atacan los organismos de las personas con VIH ante la baja de defensas.

Cabe indicar que el primer caso de VIH en el país, se registró en el año 1983.