Todas las evidencias demostrarían que el escándalo de corrupción que envuelve Brasil y Perú, en el denominado caso “Lava Jato” también tiene huellas en la región fronteriza de Tumbes. 

La empresa en el que hacía lobby, José Dirceu, ex jefe del Gabinete en Brasil y mano derecha de Lula Da Silva, para obtener grandes ganancias, facturó más de 2 millones en la región Tumbes, gracias al contrato con la empresa Engevix Engenharia SA, Sucursal en el Perú y el Gobierno Regional de Tumbes.

Engevix y la empresa Asesores Técnicos Asociados, se juntaron para formar Consorcio Río Tumbes, en un contrato celebrado el 29 de enero de 2010. El consorcio, era representado por el brasileño Hugo Búrigo, por lo que se presume, hubo algún tipo de tráfico de influencias de Dirceu para obtener contratos en el Perú en la empresa Engevix, como también ocurrió en Trujillo, durante el gobierno Aprista.

Consorcio Río Tumbes, estuvo a cargo de elaborar una consultoría de 2 millones 815 mil nuevos soles, para elaborar el Estudio de Impacto Ambiental y el Estudio de Factibilidad del Proyecto de Irrigación de la Margen Derecha del Río Tumbes”.

Dicho valor es referencial, pues en el portal de Transparencia Económica del MEF, figura que se le pagó a dicho consorcio la suma de 3 millones en el 2010, 66 mil en el 2011 y 165 mil nuevos soles en el 2012.

Incluso, el estudio, fue observado en más de una oportunidad por el Servicio Nacional de Recursos Naturales del Perú (Sernanp), que encontró en la consultoría serias deficiencias, que no fueron resueltos a tiempo.

La megainvestigación que investiga el caso en Brasil, señala que la esposa del ex ministro aprista Rodolfo Beltrán Bravo, Zaida Sisson, habría sido el nexo entre el millonario sistema de sobornos para ganar proyectos en el Perú.

Precisamente Sisson, habría estado detrás de dicha consultoría al ser parte del equipo de Engevix.